El asesoramiento previo a la toma de decisiones en la empresa

El asesoramiento previo a la toma de decisiones en la empresa

Es prácticamente imposible evitar los problemas y las contingencias a lo largo de la vida de una compañía. Por ello contar el asesoramiento previo a la toma de decisiones de un abogado especialista en derecho mercantil o laboral es vital en la empresa. Impagos, tensiones de tesorería, problemas con clientes o empleados, están a la orden del día en la vida de cualquier empresario, ya sea individual o en el marco de una sociedad mercantil. Sólo nos queda enfrentarnos a ellos de la mejor manera posible. Y en esa tesitura, a priori, existen dos maneras de hacerlo.

La importancia del asesoramiento previo a la toma de decisiones

toma de decisiones a tiempo
No tomar las decisiones adecuadas a tiempo puede crear problemas a medio-largo plazo en la empresa.

La primera, y más habitual, es ir afrontándolos conforme vayan apareciendo, tratando de minimizar daños en la medida de lo posible. En esos casos, el margen de maniobra es mucho menor, los costes, suelen ser mayores y el resultado más alejado de lo deseado.

La segunda, menos común y más inteligente, es tratar de adelantarse a los mismos, lo que, por un lado evita el nacimiento de una parte importante de esos problemas, y por otro, cuando surgen (es imposible evitar el surgimiento de todos los problemas) su solución suele ser más sencilla, más satisfactoria y más barata.

Contar con el asesoramiento legal adecuado

Pongamos un ejemplo: un proveedor no cumple los plazos de entrega o la calidad del producto no es la pactada. Es muy habitual que esas relaciones entre nosotros y nuestros proveedores (incluso aquellos con los que trabajamos por primera vez) no se documenten más allá de algún mail o un simple albarán, pactando muchas de las condiciones a través de una simple conversación.

Aquí, nos encontramos que, por un lado, el proveedor, se escuda en que no existe nada firmado y sostiene que no se había pactado plazo alguno o que no se había especificado la calidad, y, por otro, nos encontramos en que somos nosotros los que tenemos que acreditar la realidad de esos pactos, y cuanto menos podamos probar, menos podremos reclamar nuestros derechos.

“Cuándo se está en medio de las adversidades, ya es tarde para ser cauto”
Séneca

Afrontar esta misma situación, pero habiendo documentado correctamente la relación, con unos contratos realizados por un profesional o con el asesoramiento previo del mismo, que dejen perfectamente atados todos los componentes comerciales y legales, supone una diferencia abismal.

Primero, porque la posibilidad de que el proveedor se haga “el sueco”, ante la existencia de un contrato perfectamente firmado, se reduce drásticamente, por lo que las posibilidades de evitar el conflicto y que se llegue a un acuerdo satisfactorio en un corto espacio de tiempo, con el ahorro de costes que conlleva.

Segundo, porque si al final llegamos al conflicto, la posición de la que partimos es infinitamente mejor que si no tuviésemos nada firmado o si lo que tuviésemos firmado no estuviese bien elaborado, con lo que las posibilidades de éxito en ese conflicto, crecen exponencialmente. No resulta difícil extrapolar este ejemplo a otros ámbitos (clientes, trabajadores, administraciones públicas, entidades financieras…) donde un asesoramiento técnico previo (no solo para documentar, si no para diseñar las operaciones o para valorar lo que se firma o las consecuencias de hacerlo), puede ser la diferencia entre un problema o una solución.

Las empresas han constado que el precio del asesoramiento legal mensual por parte de un despacho de abogados es más que rentable a medio y largo plazo.

Y esto, con un coste muy bajo respecto de los beneficios que plantea. Hay que tener en cuenta que tener un despacho de abogados en “nómina”, que haga un asesoramiento continuo e integral de las operaciones de la empresa o del negocio puede suponer un coste mensual, bastante similar a lo que puede pagar una empresa media en teléfono o internet, reportando unos beneficios que multiplican por cientos la cantidad invertida.

Por eso, recomendamos encarecidamente acudir a tu abogado para que te asesore previamente al inicio de cualquier actuación que pudiera tener repercusiones jurídicas o legales.

Pablo Villaverde | Estudio de Diseño