La trampa de los préstamos ICO y la nulidad del aval personal

La trampa de los préstamos ICO y la nulidad del aval personal

La trampa de los préstamos ICO

Es sabido que la pandemia de COVID-19 y el confinamiento de 2020 pusieron a multitud de pequeñas y medianas empresas en una situación insostenible. Para atenuar los daños y hacer viable que autónomos y pymes en dificultades pudiesen continuar con su actividad, el Gobierno tomó varias medidas; entre ellas, ciertas líneas de avales a través del ICO (Instituto de Crédito Oficial) que fueron presentadas como préstamos concedidos por las entidades bancarias con el aval del Estado. Este se haría cargo, en caso de impago, de un 80% de la deuda. La trampa de los préstamos ICO se había abierto.

Porque, como veremos, la realidad resultó ser diferente de lo que se había hecho creer a los afectados. La opacidad y la falta de información por parte de las financieras llevaron a que numerosos empresarios descubriesen más tarde que debían responder con sus bienes personales de la totalidad de la deuda. Y se encontraron con que no podían hacer frente al pago.

La raíz del problema: ¿quién avala los préstamos ICO?

Cuando llegó el momento de devolver el crédito, los bancos exigieron la integridad del importe a autónomos y empresarios que habían firmado como avalistas en la creencia de que su responsabilidad se limitaba a un 20 %, asumiendo el Estado la suma restante. Había sido precisamente esa condición ventajosa la que los había empujado a solicitar la ayuda.  

La nula transparencia de las entidades bancarias acerca de los términos contractuales era la causa: sin saberlo realmente, los firmantes habían comprometido su patrimonio personal para el pago del 100 % de la deuda. Así, el Estado únicamente respondería del 80 % de dicha deuda una vez agotados los bienes y recursos del empresario o autónomo avalista. Es decir: la supuesta ventaja del aval estatal era, en la práctica, inexistente.

Las consecuencias de no pagar un préstamo ICO

Muchos de los empresarios que trataron de salvar su negocio acudiendo a los préstamos ICO se ven, de este modo, sin posibilidades de pagar una cantidad que suponían mucho menor al momento de la firma. Ante la postura del Instituto de Crédito Oficial, que sostiene la regularidad de los contratos y afirma que en su momento quedó clara la responsabilidad de los solicitantes, el camino más común pasa por acogerse a un concurso de acreedores.

«se han multiplicado las demandas contra los bancos reclamando la declaración de nulidad del aval personal»

En caso de que la empresa en concurso no pueda asumir los pagos una vez intentado un acuerdo, el empresario avalista responderá de aquellos con sus bienes. Y solo en el supuesto de que tampoco así se pueda satisfacer la deuda, el Estado deberá afrontar la mayor parte del crédito avalado.

¿Quiere esto decir que no existe otra vía para los autónomos o empresarios engañados? En absoluto: apoyándose en la mala práctica de las entidades bancarias y la confusa exposición que ofrecieron a unas empresas en situación crítica, se han multiplicado las demandas contra los bancos reclamando la declaración de nulidad del aval personal prestado por los empresarios.

Web de las líneas de Avales gestionadas por el ICO

¿Es posible solicitar la nulidad de los avales personales?

Existen, sin duda, argumentos jurídicos para pedir la nulidad de esos avales, y, de forma subsidiaria, la limitación de la responsabilidad del avalista al 20 % acordado al contratar el préstamo ICO. 

El alcance y las consecuencias del aval personal no fueron explicados con claridad a las empresas, atosigadas en aquel momento por la urgencia y la necesidad: lo confuso de los términos contractuales provocó que los avalistas pusiesen en riesgo su propio patrimonio en una medida que desconocían al momento de la firma. 

Esa violación del derecho de información del cliente en un producto financiero generó así un consentimiento viciado, en tanto la inmensa mayoría de afectados afirma que jamás habría suscrito un crédito en tales condiciones de haberlas conocido. 

La vía judicial se presenta, por tanto, como una opción que deberían considerar detenidamente los perjudicados por la trampa de los préstamos ICO.

Si te encuentras en esta situación o necesitas más información sobre las reclamaciones sobre los préstamos ICO por favor contacta a través del formulario o llama al 981 553 080 para concertar un cita con Begoña.

Pablo Villaverde | Estudio de Diseño